Si bien a diario se observan las problemáticas propias de cualquier país en vía de desarrollo, cabe significar que por encima de esas peculiaridades se vislumbra un escenario muy cautivador para el sector inversionista que ve con buenos ojos a nuestro país.
Está claro que en la región en sistema económico y particularmente, el macro económico, no está pasando buenos momentos, a diferencia de lo que ocurre en Paraguay, en el que esta senda de estabilidad se ha mantenido en forma constante y que ahora muestra sus frutos.
De a poco diferentes sectores van acercándose. Atrae la cantidad de energía eléctrica existente, agua a buen precio, las pocas tasas impositivas, el exceso de mano de obra, entre otras cuestiones. Sí distrae o espanta la falta de políticas serias en cuanto al tratamiento a los inversionistas extranjeros, muchas veces la falta de seguridad jurídica, y algunas carencias propias como falta de caminos y otros.
Pero en definitiva las puertas están abiertas y son bienvenidos todos los inversionistas que estén interesados en trabajar y procurando lucrar desmedidamente, sino dentro de los parámetros justos que en toda sociedad se dan.
Bandera de la República del Paraguay
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